Altos Pirineos Franceses y País vasco Francés

Con una recién inaugurada primavera y cuando los días están empezando a ser más largos esta doble propuesta que os hacemos se postula como una tentación irresistible para todo aquel que en Semana Santa prefiera alejarse del bullicio de las ciudades y se considere un apasionado de la naturaleza y de “pueblear” en general. Y es que os tenemos preparada una ruta por algunas de los enclaves y pueblos de postal más desconocidos de nuestro país vecino.

Tras un corto vuelo desde Andalucía hasta Euskadi nos bajaremos del avión y pillaremos, sin perder ni un minuto, nuestros tres coches de alquiler para sumergirnos de lleno en nuestra aventura por el país galo.

El primer bloque de nuestro viaje nos llevará a conocer los Altos Pirineos Franceses, el más antiguo de los Parques Nacionales de todo el país y al que se accede desde el Pont d´ Espagne.  Este está plagado de asombrosos paisajes repletos de atractivos como sus circos, lagos, cascadas, antiguos glaciares y pueblecitos de piedra salpicando un lienzo de tonos verdes y ocres que parecieran hayan salido de las ilustraciones de una fábula de “La Fontaine”.

Nuestro centro de operaciones será en Luz-Saint-Saveur, el típico pueblo pirenaico con casitas de tejas de pizarra gris y atravesado por un río con un ambiente de montaña espectacular. “Luz”, como la llaman los locales será el punto de partida desde el que comenzaremos todas las excursiones.

Haremos varias rutas de senderismo no de alta exigencia, pero sí de una belleza incalculable por dos de los circos más bonitos de la zona: El Circo de Gavarnie y el Circo de Tromouse.

La primera de ellas transcurrirá a través de riachuelos, puentes de madera, amplias praderas y bosques de abeto durante una caminata moderada de 11 Km durante 3h y ½ (en total) hasta uno de los circos más espectaculares del continente y como colofón toparemos al concluir esta con su “Grand Cascade” (la 2ª más alta de Europa fuera de Noruega), a los pies de la cual improvisaremos un picnic a unos 1600 metros de altura.

En una jornada diferente, subiremos hasta el “Circo de Tromouse”, con un track de 5 km y una duración total de 2h de caminata que nos llevará hasta el Lac des Aires donde os dejaremos un rato para perderos en su belleza antes de retomar el camino de vuelta. Las condiciones climatológicas del momento dictaminarán si encontraremos los paisajes con restos de nieve o con su característico manto verde asomándose después de los meses de frío.

Después de estas dos mañanas bien cargadas de actividad física tocará hacer turismo por algunos de los pueblos más recónditos y bonitos del parque como son Gèdre o Cauterets. Nos perderemos por sus coquetas calles adoquinadas, plazas y su atmósfera ecléctica conformada por la mezcla de locales que nos saludarán al pasar y de decenas de adeptos a los deportes de nieve y montaña que desde hace años eligen estas localidades para dar rienda suelta a la práctica de sus hobbies en el corazón del pirineo.

En Cauterets os daremos la posibilidad de entrar en Los Bains du Rocher un balneario de aguas termales que es todo un referente en el turismo de relax de la región, y hacer un circuito por sus piscinas de chorros, jacuzzis y zonas de spa.

Ubicado en un entorno único rodeado por un bucólico paisaje de alta montaña que nos ayudará a olvidarnos de nuestros problemas del día a día.

Si te gustan los lugares alejados del ruido y donde el único sonido que rompe el silencio son los cantos de los pájaros y el soplo de la brisa, el Lago Gaubé será tu lugar del viaje. A él llegaremos después de una subida en telesilla y estamos seguros de que nuestro paso por aquí se convertirá en uno de los puntos fuertes de esta expedición.

Pero no podíamos despedirnos de la zona sin visitar uno de los centros de peregrinación más importantes de toda Europa: el Santuario de Lourdes. Independientemente de nuestras creencias religiosas, esta basílica es digna de admiración por su magnitud, los lujosos materiales que se emplearon en su construcción y por el entorno en el que se levantó.

Y llegará el momento de continuar con el segundo tramo de este circuito que nos llevará a las localidades más bonitas y representativas del Iparralde o País Vasco francés.

Pasear por Saint Jean de Luz será lo más parecido a hacerlo a un pueblo de casitas de muñecas. La harmonía que este pueblo costero desprende en cada uno de sus rincones te contagiarán desde el comienzo. Os sugeriremos la opción de comprar un crêpe en algunas de las típicas “boulangeries” y comérnoslo sentados en su playcon forma de media luna o en su viejo puerto pesquero.

Bayona es otro de esos caramelitos dignos de ser relamidos parsimoniosamente en nuestro paladar. El orden y el equilibrio imperan en sus calles, sus cuidados edificios con ventanas de colores son el santo y seña de la ciudad. La confluencia de los ríos Nieve y Adur dividiendo a la villa en dos le añaden a esta ese plus de belleza del que todas las ciudades salpicadas por el agua gozan, y su catedral gótica destacando por encima del resto de edificios parece tener por cometido que nada ni nadie rompa la paz del lugar.

Y el punto y final de nuestro periplo por tierras galas lo pondrá la ciudad costera de Biarritz. Todo un referente del buen gusto y el “turismo de caché” y la elegida por cientos de franceses del sur y oeste del país como lugar donde pasar sus días estivales.

Pero como nos gusta apurar al máximo y guardarnos siempre esa traca al final que tanto os gusta vamos a poner el broche de oro al viaje haciendo una parada en un par de sitios imperdibles del nuestro País Vasco: San Sebastián y Fuenterrabía.

Algo tiene Euskadi que seduce, quizás sea esa carga simbólica de su cuerpo foral de policía, su naturaleza agreste y salvaje encerrada entre la cordillera cantábrica y el indomable mar con el mismo nombre, o el peculiar estilo de sus casas con tapa luces y entramados de madera de llamativos colores, por no hablar de que estamos hablando de una de las regiones con mejor y más reconocida tradición gastronómica de todo el país.

¿Estás dispuesto a perderte en este recorrido por y vivir una Semana Santa totalmente diferente?