Marruecos: el destino eres tú

Tener la oportunidad de cambiar de continente a tan sólo una hora de escasa de nuestro país es algo de lo que no todo el mundo puede presumir. Esto a veces nos hace ver a Marruecos como un destino cercano y abarcable, pero cuya visita, por una razón u otra vamos posponiendo.

Cuando lo descubres y te dejas seducir por sus mil encantos es cuando lamentas no haber acudido antes a su llamada y desde ese momento, sientes la necesidad imperiosa de reencontrarte con él cada cierto tiempo vez y tomarte así un respiro del ritmo frenético de Occidente.

En Marruecos se vive en la calle, se negocia, se regatea, se descansa en ella. Un té con los amigos puede durar horas, sus zocos y medinas son el centro neurálgico de sus ciudades y estas parecen no dormir nunca.

Todo allí son colores intensos: los herbolarios de medicinas alternativas, los puestos de fruta y carne fresca, los tintes de colores en polvo, las tiendas de cuero, artesanía y tapices, las puestas de sol reflejadas en el adobe de sus edificios… Bajo este marco incomparable sonará de fondo el inconfundible canto que se propaga por todas las ciudades desde los altavoces de sus mezquitas llamando al rezo cinco veces al día y que se convertirá sin quererlo en la banda sonora involuntaria de nuestra visita.

Aparte de sus colores y de su gente, la gastronomía local también te acaba conquistando y cuando eres consciente, estás en plena búsqueda de un restaurante donde te ofrezcan un tajín, un cous cous, una pastela o un guiso de cordero que supere al anterior.

En cuanto a la repostería, no se quedan atrás, y por un pequeño puñado de “dírhams” te puedes traer cajas enteras de los auténticos dulces árabes rellenos de miel, pistachos, cacahuetes o almendras con un sabor difícil de olvidar.

Nuestra ruta comenzará en Algeciras, donde tomaremos un ferry dirección a Tánger. Allí, entre mezquitas, frescos zumos de fruta y largas caminatas por las tiendas de su vieja medina nos estrenaremos en el arte del “regateo”.

Al día siguiente partiremos hacia Asilah. Este pequeño pueblo costero conocido como la “Santorini marroquí” no dejará indiferentes a nadie.

En sus restaurantes probaremos el mejor pescado fresco de todo el norte de Marruecos y nos perderemos por cada uno de los rincones de este exótico pueblo de pescadores de tonos blancos y celestes.

Chaouen será otro de los puntos álgidos de nuestro viaje, el pueblo azul añil perdido entre montañas donde todo dentro de él es magia. Amurallada al completo y con siete puertas de acceso, la ciudad parece querer decirnos que no quiere que nadie del exterior la contamine y que va a luchar por preservar su esencia.

No es raro encontrarte a grupos de campesinas rifeñas tentándote con los productos más frescos de sus cosechas por las calles o los mejores salones del té en altura ofreciéndote unas privilegiadas vistas a las montañas del Rif.

Los medios de transporte que utilizaremos serán los mismos que usan los locales, desde trenes a autobuses, pasando por taxis compartidos para acercarnos un poco más a la vida real de allí.

Nuestro tour concluirá con una breve parada en Tetuán, la capital del antiguo protectorado español en Marruecos para, desde allí, cruzar a Ceuta y tomar el ferry de vuelta a casa.

MARRUECOS: EL DESTINO ERES TÚ

¿Pero qué hará distinto este viaje del resto de propuestas que hasta el momento hemos lanzado a tierras marroquíes? Pues ni más ni menos que la presencia y el enfoque que le aportará a la expedición Marta Martín, Trabajadora social, Coach e instructora de Mindfulness en áreas de salud y educativas.

Ella nos ayudará durante el viaje a sentir y a crear nuevos hábitos saludables que aporten bienestar a nuestra vida interna y aumenten la conciencia plena en nuestro día a día aprovechando la energía vital del propio viaje en sí, del grupo y de nuestro paisaje interior.

Para ello vamos a utilizar técnicas de Mindfulness, Dinámicas de grupales e individuales, Retos, Cuadernos de Viaje y mucha libertad para experimentar en los rincones, zocos, medinas y otros tantos escenarios. Así que… ¡¡Trae tu curiosidad bien despierta!!

Hemos diseñado esta experiencia de viaje consciente a través de Marruecos para que puedas poner el foco en ti, para que puedas ver más allá de la mirada y conocerte de una manera diferente. Y hemos mimado cada detalle para que tu experiencia sea única y te sientas cómodo.

La experiencia del viaje comienza mucho antes de llegar y tienen que darse muchas circunstancias para que hayas tomado la decisión de hacerlo. Unas son externas, pero la mayoría son internas.

Este viaje va a poner de relieve esa capacidad interna de conexión con nosotros mismos y con el entorno para que podamos adquirir una consciencia más amplia y clara sobre ambos viajes.

Va a ser una experiencia en la que pongamos en tu mano unas bases para que el crecimiento personal también ocurra una vez que este finalice.

Trabajaremos puntos clave de tu atención y tu respiración con meditaciones sencillas con las que empezar a tomar un contacto necesario con la calma mental y viajera. Habrá momentos de retos, puntos de superación y búsqueda, momentos de reflexión y de compartir. Todo ello aderezado con un entorno inigualable de la vida urbana del norte de África, de paisajes exóticos, de comidas y de olores que ofrecerán un descubrimiento totalmente nuevo para tu ser.