- RIOMAGGIORE (ITALIA)
En el mar de Liguria y dentro del conjunto de pueblos colgantes conocido por Cinque Terre nos recibe Riomaggiore, una de las cinco localidades costeras que componen esta famosa región italiana levantada dentro del parque nacional protegido con el mismo nombre.
Igual de merecido hubiera sido sustituir el elegido por cualquiera de sus otros pueblos vecinos como Manarola o Vernazza puesto que su belleza es pareja y los vivos colores de las fachadas de sus casas son el denominador común de todos. La ubicación de las viviendas construidas en pendiente, con la estampa del mar de fondo y el montón de barquitas de pescadores esperando para volver a faenar proporcionan un halo mágico al ambiente que hacen incuestionable la inclusión de Riomaggiore en esta lista.
2. SIGHISOARA (RUMANÍA)
Igual de primeras el nombre de esta ciudad no nos dice mucho, pero si os adelantamos que en esta villa rumana se encuentra la casa que vio nacer y crecer a Vlad Tepes “el empalador”, personaje en el que se inspiró Bram Stoker a la hora de escribir “Drácula”, quizás nos vaya sonando.
Muy a pesar de lo que pudiera parecer, las calles de esta localidad en lugar de presentar un aspecto siniestro y acorde con el oscuro personaje que la ha puesto nombre en el mapa, son mucho más coloridas y alegres de lo que la leyenda del vampiro pudiera dar a entender. Este precioso pueblo medieval de la región de Transilvania esconde un casco histórico digno de ser incluido en toda visita que se preste a tierras rumanas.
3. COSTA NOVA (PORTUGAL)
En el norte de Portugal y muy cerquita de Aveiro, la venecia portuguesa, se encuentra esta pequeña población vacacional que destaca por la curiosa manera que tienen de ser pintadas sus fachadas (a rayas).
El origen de este peculiar diseño lo encontramos en “los palheiros”, que eran las casas originales de los pescadores de la zona levantadas sobre estacas. Astutos al ver que el turismo empezó a ser más y más emergente en la zona a finales de siglo XIX y que las clases más altas de la sociedad se quedaban cautivados por el “look” de sus viviendas decidieron ponerlas en alquiler y mejorar su apariencia con este toque colorido. Al día de hoy se han convertido en toda una seña de identidad de la zona y objetivo indiscutible de los flashes de todos los móviles y cámaras.
4. NYHAVN (COPENHAGEN, DINAMARCA)
Este barrio “de casita de muñecas” se ha convertido con los años en la imagen más representativa y buscada de todo visitante que pisa Dinamarca por primera vez rivalizando incluso con la icónica sirenita de la capital.
Pero lo que no todos sabemos es que en siglos pasados este barrio portuario de colores chillones no gozaba de una reputación tan sana como lo hace hoy en día ya que estaba frecuentado mayoritariamente por marinos que abusaban del alcohol y por las prostitutas de la ciudad.
5. RIQUEWIHR (FRANCIA)
No podemos negar que tanto Riquewihr como el resto de pueblos que constituyen La Alsacia francesa sean nuestro ojito derecho en lo que a regiones europeas con encanto se refiere. Lo de elegir a esta localidad antes que cualquier otra de la comarca ha sido cuestión de que sólo nos podíamos quedar con una, pero a nivel de méritos, los Colmar, Eguisheim, o Kaysersberg presumen de igual manera de ser un lienzo colorido al aire libre apostillado con macetitas de flores y un escrupuloso cuidado ornamental que no hacen sino reforzar la idea de pueblos de cuento por antonomasia de esta zona de Centroeuropa.
6. BERGEN (NORUEGA)
La ciudad de Bergen, conocida por ser la Puerta de los Fiordos, y más concretamente su barrio de Bryggen, en pleno puerto de la ciudad, también se han querido hacer un hueco en esta colorida lista.
Este antiguo barrio mercantil del siglo XIV conformado a base de casas de madera y estrechas callejuelas no tiene desperdicio, y aunque al día de hoy, la gran mayoría de sus caserones albergan bares, cafeterías y tiendas de souvenirs para turistas, su belleza es incuestionable y, de hecho, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1979.
7. NOTTING HILL (LONDRES)
No sería justo excluir de este top de lugares coloridos al barrio que Julia Roberts y Hugh Grant se encargaron de lanzar al estrellato a raíz de rodar en sus calles la comedia romántica fetiche por excelencia: Notting Hill.
Pero este distrito londinense ya brillaba con luz propia antes de que esta cinta se ambientara en él, y su ancestral mercado de antigüedades de Portobello, su carnaval de finales de agosto y las llamativas fachadas de muchas de sus casitas y mansiones han sido argumentos de peso para demostrar que nunca necesitó de esta fama añadida.
El origen de elegir estos tonos tan llamativos en los frontales de las viviendas se remonta a la excusa por poner una nota de color por parte de la comunidad caribeña que se instaló en Notting Hill tras los años grises que tuvieron lugar durante la 2ª Guerra Mundial. Algunas de las calles principales donde podemos encontrar este crisol de colores son: Lancaster Road, Westbourne Park Road o Denbigh Terrace.
8. BURANO (ITALIA)
Siempre a la sombra de su hermana mayor Venecia, Burano, se ha acostumbrado a vivir relegada a un segundo plano durante décadas, pero está siendo en los últimos años, y en gran parte debido a la cultura del postureo alimentada por instagrammmers e influencers, cuando ha experimentado un destacado repunte en lo que a presencia de visitantes se refiere que la han convertido en parada obligatoria aunque sólo sea para traerse de vuelta esa ansiada foto que garantice un elevado número de likes en redes sociales.
A 7 km de la ciudad de los canales se encuentra esta peculiar isla de colores vistosos, usados, según la leyenda, por ser la manera que los pescadores tenían de reconocer sus casas desde la distancia cuando volvían de la mar en días de niebla. Actualmente es el ayuntamiento local el que obliga a los propietarios a mantener estos colores vivos en sus paredes y a pintarlas periódicamente para garantizar así la afluencia de turistas.
9. CUDILLERO (ASTURIAS, ESPAÑA)
Y después de pensarlo mucho y descartar entre otros a Júzcar (el pueblo pitufo) ya que, siendo honestos, el motivo de su llamativo aspecto tiene algo más que ver con fines comerciales y publicitarios que por mera tradición, nos quedamos con el entrañable pueblo pesquero de Cudillero como único representante en este “top” de entre los pueblos españoles.
Ubicado dentro del Principado de Asturias y con la estampa de su puerto, construido bajo la ladera de una montaña recibiendo al Cantábrico de par en par se nos presenta como una auténtica oda al color y a la belleza decadente que llevan intrínseca los pueblos de pescadores.
Se dice que el motivo de los tonos chillones de las fachadas de sus casas es debido a que los trabajadores de la mar aprovechaban los restos de pintura que sobraban después de pintar sus embarcaciones para acicalar sus viviendas.
10. GDANSK (POLONIA)
Esta ciudad del norte de Polonia bañada por el Mar Báltico resultó ser una sorpresa de principio a fin en nuestra última visita.
La amplia paleta de colores que ofrecen sus edificios convierten sus calles y plazas en un arco iris arquitectónico de gran impacto visual. Una prueba evidente de ello es el casco histórico con su Długi Targ o Plaza del Mercado como máximo exponente.
11. COCHEM (ALEMANIA)
En nuestra última expedición por Alemania y más concretamente a la zona del Valle del río Mosela descubrimos esta joya teutona que nos dejó prendados nada más poner un pie en sus calles. La armonía que de por sí produce en un pueblo el conjunto formado por un río cruzándolo, un castillo coronando la villa desde una colina y nuevamente, la hilera de casas de colores salpicando la travesía principal de la villa nos han hecho inevitable la inclusión de Cochem en un ranking que inicialmente sólo iba a incluir los 10 lugares con casitas colores dignos de mención.
12. COBH (IRLANDA)
Esta ciudad portuaria del condado de Cork compite con el resto de propuestas por ser la estampa más fotogénica de la lista.
Sobre todas las casitas coloreadas de este típico pueblo marino, destaca la empinada West View Street por tener la ubicación idónea con el mar y una imponente catedral neogótica justo detrás desde la que se consigue captar ese encuadre perfecto para traerte la instantánea que todo amante de la fotografía siempre ha perseguido.
Un dato curioso para interesados es que en el puerto de este pueblecito del sur de Irlanda hizo su última escala el Titanic antes de partir hacia su fatídico desenlace. Aún al día de hoy conservan su muelle original y un museo dedicado al famoso transatlántico muy recomendable. ¡Otro motivo más para visitar Cobh!